En la Almazara, clasificamos el fruto según su origen e índice de maduración, para garantizar una perfecta trazabilidad integral y una inmejorable calidad del aceite.

Elaboramos siempre en Frío, para mantener en los aceites sus mejores cualidades sensoriales y saludables. Sabemos que esta forma de elaboración es más costosa, pero también sabemos que es indispensable para conseguir un producto de calidad premium.

Cuidamos de forma escrupulosa la higiene en todo el proceso. Y realizamos continuos análisis de calidad físico química y sensorial durante toda la campaña. Esto nos ayuda a mejorar de forma continua el manejo diario de la elaboración del virgen extra.

Una vez producido el aceite virgen extra, lo más importante para su calidad es mantenerlo en la Bodega en las mejores condiciones para que perduren sus mejores propiedades el mayor tiempo posible.

Durante esta etapa, el aceite debe estar a salvo de la luz y el oxígeno y almacenado en depósitos que no le transmitan malos olores, malos aromas, ni tampoco sustancias extrañas.

Nuestra Bodega sólo tiene depósitos de acero inoxidable, que son los más adecuados para la óptima conservación del aceite, manteniéndolo a salvo de la luz y del oxígeno. Y además, como en el resto de etapas, somos muy exigentes en la higiene y la limpieza de todos los depósitos y su entorno.